Mientras el occidente asturiano ocupa nuestro afán en mostrar la riqueza de una Asturias lejana y apenas conocida, es el oriente a quién dedicamos nuestras horas ante el caballete.
Javier contribuye con dos trabajos elaborados durante unos días de estancia en un lugar entre Ribadesella y Posada de Llanes.
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Molín y puente romano en La Riera |
Valentín trabajó en Covadonga.
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La Santa Cueva, Covadonga |
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Basílica de Nuestra Señora de Covadonga |
El Mazo, Allande
Aunque tiene su propia personalidad, es tan cercano a la Puela que casi resulta inevitable considerarlo como una extensión de la misma. Un lugar que ofrece las virtudes de una parrilla excelente y un cómodo alojamiento rural para aquellos esforzados peregrinos y turistas que han avanzado unos metros más allá de la capital del concejo en busca de mayor aislamiento, si cabe. Seguiremos a los bizarros peregrinos hasta que abandonen tierras astures.
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El Mazo, Allande, desde el lado opuesto a la carretera del Puerto del Palo |
Su nombre tiene origen en un antiguo mazo movido por la fuerza de las aguas del río Nisón. Este mazo ya estaba en servicio a mediados del s. XVIII, desapareciendo allá por el año 1.925.
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Las mañanas dejan sentir el frío del puerto |
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El Mazo, Allande, al entrar el invierno |
Ganadería, agricultura doméstica y turismo rural son las industrias de un lugar habitado por una treintena de vecinos.
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Buenos ejemplares. La carne roxa a la que están destinados es de alta calidad. |
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La mecanización es imprescindible |