Las carreteras interiores aportan escenarios sencillos pero de gran belleza, en especial cuando hay cambios estacionales. La primera de las acuarelas deriva de una fotografía tomada en Caravia, entre Ribadesella y Colunga (Asturias), si bien podría pertenecer a cualquier otro lugar, y la segunda fue realizada en un bello rincón de la ría de Villaviciosa cercano a la playa El Puntal.
José Manuel contribuye con una acuarela de un típico rincón asturiano, mientras que Valentín nos trae un par de trabajos realizados en Noriega (Ribadedeva), a unos seis km de Colombres, capital del Concejo.
José Manuel contribuye con una acuarela de un típico rincón asturiano, mientras que Valentín nos trae un par de trabajos realizados en Noriega (Ribadedeva), a unos seis km de Colombres, capital del Concejo.
Una carretera secundaria, acuarela de Javier |
La ría de Villaviciosa. Acuarela de Javier |
Rincón asturiano. Acuarela de José Manuel |
Dos reseñas históricas inevitables en éstas fechas...
Escapando de la influencia de los vientos alisios en la latitud de Japón, tomaron la corriente del "Kuro Shivo" y un ocho de octubre llegaron a Acapulco.
Andrés de Urdaneta (*Ordizia, +Méjico), es religioso, cosmógrafo y un marino reconocido, que por orden de Felipe II participa en la organización y viaje desde América hasta Filipinas como director marino y espiritual, en la expedición de Manuel López de Legazpi. Es el año del Señor de 1.564.
Para la ida, aprovechando los vientos, se precisaban unos tres meses de navegación, alcanzando las islas Marshall, la isla de Guam y finalmente Filipinas, pero el regreso duraba entre 6 y 9 meses, lo que originaba un coste muy alto en vidas y medios. Así que encontrar derrotas más breves era fundamental ya que muchos otros intentos habían fracasado.
La reducción de tiempos era un propósito netamente comercial, evitando también recalar en puertos controlados por los portugueses. Este era el "Tornaviaje": ida y retorno de unas 15.000 millas marinas de navegación y una ruta marítima que España utilizaría durante los siguientes 300 años. Andrés de Urdaneta encontró la corriente que les llevaría de regreso a puerto de salida (Puerto Navidad, Méjico) en cuatro meses.
Como muchos otros, morirá en el olvido histórico.
Hace ya algunos siglos que por éstas fechas tuvo lugar el tan discutido "Descubrimiento de América".
Fuesen o no los primeros en llegar a tales latitudes, lo cierto es que en aquellos años eran, junto a los taínos, los que navegaban por la mayoría de las islas del Caribe y por las costas del mar de las Antillas, desconocidas para el mundo occidental. Llegaron hasta la desembocadura del río Orinoco, algo más al sur de las islas de Trinidad y Tobago en su tercer viaje, y desde Punta de Caxinas hasta el golfo de Uraba en el cuarto.
Es en el tercer viaje, y éste es el asunto de hoy, en el que debido al estado de los barcos, Colón y los suyos naufragan frente a una isla aún no colonizada, Jamaica. A partir de aquí toda la escenografía es muy española. Ciento diez de los tripulantes sobrevivirán a los ataques de los indígenas, a la escasez de agua y alimentos y, como no, a las revueltas internas. Las negociaciones del almirante con los indios, salvará la vida a los suyos.
El suceso es conocido por el gobernador de la cercana Española (Santo Domingo), Nicolás de Ovando, que no acude en su auxilio, siendo rescatados un año más tarde. Para regresar a España, tanto Colón como su hijo Hernando, deberán de pagarse el viaje.
El reconocimiento será menor de lo merecido cuando los cartógrafos alemanes que confeccionan el mapa den el nombre de América al nuevo continente en honor a Américo Vespucio. Cuando reconocen el error ya es demasiado tarde.
Solamente Colombia le será fiel.
Hace ya algunos siglos que por éstas fechas tuvo lugar el tan discutido "Descubrimiento de América".
Fuesen o no los primeros en llegar a tales latitudes, lo cierto es que en aquellos años eran, junto a los taínos, los que navegaban por la mayoría de las islas del Caribe y por las costas del mar de las Antillas, desconocidas para el mundo occidental. Llegaron hasta la desembocadura del río Orinoco, algo más al sur de las islas de Trinidad y Tobago en su tercer viaje, y desde Punta de Caxinas hasta el golfo de Uraba en el cuarto.
Es en el tercer viaje, y éste es el asunto de hoy, en el que debido al estado de los barcos, Colón y los suyos naufragan frente a una isla aún no colonizada, Jamaica. A partir de aquí toda la escenografía es muy española. Ciento diez de los tripulantes sobrevivirán a los ataques de los indígenas, a la escasez de agua y alimentos y, como no, a las revueltas internas. Las negociaciones del almirante con los indios, salvará la vida a los suyos.
El suceso es conocido por el gobernador de la cercana Española (Santo Domingo), Nicolás de Ovando, que no acude en su auxilio, siendo rescatados un año más tarde. Para regresar a España, tanto Colón como su hijo Hernando, deberán de pagarse el viaje.
El reconocimiento será menor de lo merecido cuando los cartógrafos alemanes que confeccionan el mapa den el nombre de América al nuevo continente en honor a Américo Vespucio. Cuando reconocen el error ya es demasiado tarde.
Solamente Colombia le será fiel.